9/11/09

Buenos Aires (entre signos de pregunta)

Hoy: Desigualdad



No voy a gastar conceptos usados hasta el hartazgo por gente universitaria que realizó postgrados en los bares de Buenos Aires. A saber: capitalismo/recoleta/clasemedia/villa 31. Había un programa que, si mal no recuerdo, se llamaba viva la diferencia. En esta ciudad sí que hay diferencias. Pero las verdaderas distinciones no se dejan ver al vuelo de pájaro. ¿Acaso ver a un pobre es entender la pobreza? ¿Llegar a casa y encender la compu es ver la diferencia? Nos encontramos de pronto rodeados de amigos, charlando, con un mate y galletitas. Tenemos la solución: el cambio estructural, la distribución del ingreso, más presupuesto a salud, educación y cultura, alpargatas sí, libros también. Pero (¡Caramba!) se acaban las surtido bagley, la presi que adelantó una hora los relojes argentinos y mañana será un día nuevo bajo el sol. Volver a empezar. Hay que mirar esta ciudad detenidamente. Porque de otra forma el blanco es negro y el tiempo, espacio. Las diferencias más trascendentales divididas por un hilito de baba de cerdo burgués. Por eso las esquinas de Buenos Aires son momentos y las horas del atardecer se pueden buscar en la guía “T”.

5 comentarios:

franca(mente) dijo...

Chan Chan (los acordes del final, no por la lluvia de chanes)
Ah, yo tambien te habia linkeado si era eso.
Veo que estas vivo...Bien jaja.
igual, la hora al final no se adelanto nada, asique...
Saludirijillos.

un ser común. dijo...

me hizo acordar a una parte de "Cosa de negros" de Cucurto:

"La ciudad iba cambiando progresivamente. Los árboles comenzaban a tomar un color lila, típico del otoño. Era un atardecer fulminante, lleno de colores, olores y sabores. La gente llenaba las librerías y los bares. Las veredas de los teatros estaban colmadas y una multitud hacía cola en la puerta de los cines. La engañadora Buenos Aires se vedeteaba de lo lindo; siempre viva y majestuosa, repleta del linaje más extravagante, poblada hasta la testa de un bicherío fenomenal. Acá está, dispuesta a encandilarte con sus guirnaldas de colores embaucagiles, acá está con todo su arte, con toda su destreza para envolver pescados. Miralos, ahora que la catramina se detiene en un semáforo, observá a los culones que viven bien, rodeados de lujos y caprichos; y ahí nomás, a la par, el bicho vulgar de la existencia respirando el mismo aire; miles, prendidos a la que salga como garrapatas, puchereándola como sea, sacando la lengua a cada respiración. Saltando como lauchas... Ésta es Buenos Aires, la Trola del Plata; respirala, mamala, Mr. Washington Cucurto, pues lo que verás ahora no lo volverás a encontrar en otro lugar del mundo. Sí, Buenos Aires linda y querida, pero también tétrica y mortuoria, la que a un paso tiene la fama y el dinero o un colchón debajo de un puente."

me gusta el estilo que está tomando tu blog.
dentro de poco pretendo visitarte todos los días por las ausencias mías de estas semanas.
te quiero y te extraño!

juli dijo...

al fin alguien que no se llena la boca hablando de como cambiar la digferencia
y por lo menos la relata
me gusto bru, mucho!!! me gustaa como esta evolucionando tu escritura.

Jacqueline dijo...

el mundo esta patas para arriba..

y es muy interesante ver como la cosa no se revierte mas.. el mundo paso de estar patas para arriba a ser su estado normal.. nos estamos acostumbrando a vivir mal

Meli dijo...

ver no es entender
saber tampoco es comprender
ponerse en el lugar del otro se acerca un poco, pero tampoco es ni entender ni comprender
además, con entender solamente no cambia en nada... a menos de que se acorte el trecho que hay del dicho al hecho

y te agrego, al final: y por eso los restaurantes se buscan en las ocasiones y las horas de comer en la guía oleo, jaja (?)


al igual que gas, me está gustando el estilo que está tomando tu blog!

besito