13/4/09

La verdad es la única realidad

Del otro lado de la reja está la realidad,
de este lado de la reja también está la realidad;
la única irreal es la reja; la libertad es real
aunque no se sabe bien si pertenece
al mundo de los vivos,
al mundo de los muertos,
al mundo de las fantasías o al mundo de la vigilia,
al de la explotación o de la producción.

Los sueños, sueños son; los recuerdos,
aquel cuerpo, ese vaso de vino, el amor y
las flaquezas del amor,
por supuesto, forman parte de la realidad;
un disparo en la noche, en la frente de estos hermanos, de estos hijos,
aquellos gritos irreales de dolor real
de los torturados en el angelus eterno y siniestro
en una brigada de policía cualquiera
son parte de la memoria,
no suponen necesariamente el presente,
pero pertenecen a la realidad.

La única aparente es la reja cuadriculando el cielo,
el cantoperdido de un preso,
ladrón o combatiente,
la voz fusilada, resucitada al tercer día en un vuelo inmenso
cubriendo la Patagoniaporque las masacres,
las redenciones, pertenecen a la realidad,
como
la esperanza rescatada de la pólvora, de la inocencia estival:
son la realidad, como el coraje y la convalecencia del miedo,
ese aire que se resiste a volver
después del peligro como los designios
de todo un pueblo que marcha
hacia la victoria o hacia la muerte, que tropieza,
que aprende a defenderse,
a rescatar lo suyo, su realidad.

Aunque parezca a veces una mentira,
la única mentira no es
siquiera la traición, es simplemente
una reja que no pertenece a la realidad.


Francisco Urondo,
cárcel de Villa Devoto, abril de 1973