Cuando llueve un domingo en Bahía Blanca, se dignifica el aura gris que caracteriza a esta ciudad y todo es increíblemente letárgico. Las parejas afortunadas que prolongarán la especie ya se subieron al arca y yo y mi disfuncional familia estamos en un auto sintonizando Olimpo - Independiente por una amplitud modulada de lo más ruinosa. El destino es Ingeniero White (otra localidad empecinada, ya desde su nombre, a invocar cierta blancura de la cual carece). Recorrí, una vez más, sus museos maravillosos. Me tomé un chocolate caliente y comí lemon pie. Volvímos, cubiertos por pesadas nubes, flanqueados por industria privatizada, celebrando el empate, contando chistes del tipo "Hola, hablo con tal...?" y presenciando una feroz carrera de gotas en mi ventana. Afuera, la ciudad bosteza.
2 comentarios:
WHITE / Bahia BLANCA, que loco!nunca reparé en tan coincidente detalle!
Mañana con mas tiempo, recorreré tu blog, tu manera de escribir, debo decir que ME ENCANTA! Sonrío mientras leo. Beso mi querido Bruno
loco, me gusto, por imaginarme el camino hasta el puerto, vivi en bahia todo lo que puede de vida, ahora estoy en buenos aires y leer cosas comunes (sin ser peyorativo) como lo que escribiste me encanta. mi nombre es pablo y tengo un blog creado hace muy poco llamado floresyfobias. te invito a verla.
abrazo
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